Hacer deporte me ha enseñado perseverancia y constancia. La natación, en particular, fue una actividad exigente pero gratificante. Me demostró que la dedicación siempre es recompensada y que para alcanzar tus metas, debes perseverar. Siempre he aplicado cada una de las lecciones que aprendí del deporte a mi trabajo y vida privada.
Mi madre, que me acompañaba a practicar natación todos los días, solía decir que necesitas tenacidad y determinación para alcanzar tus metas. Su mantra me ayudó a alcanzar muchas metas y sentirme satisfecho con mis éxitos empresariales, económicos y sociales. La tenacidad y la determinación me ayudaron a ampliar mis horizontes. Además, me permitieron seguir adelante con mis planes de mudarme a Florida, explorar nuevos lugares y cambiar mi vida.
Miami: una nueva vida
Cuando llegué por primera vez a Miami, estaba emocionado de estar allí. Ciertamente no fue la primera ciudad estadounidense que visité. Sin embargo, había algo especial en el aire que respiraba. Me refiero a que la ciudad es dinámica, ecléctica e icónica. Miami es una metrópolis que tiene todo lo que podrías desear en una ciudad. Es colorida, moderna, vibrante y peculiar. Además, tiene un mercado inmobiliario vivo, dinámico y con un gran potencial.
Unos años después de mi llegada, renové una villa en Miami Beach, donde vivo y me hospedo cuando descanso entre viajes. Me encanta viajar, desde temprana edad me ha encantado. Ahora, viajo por trabajo, relajación y diversión. Mi impulso por viajar y explorar nuevos lugares ha cambiado mi vida. Me ha motivado a continuar cambiando y evolucionando en un mejor yo. Incluso los viajes cortos tienen un valor inmenso para mí. Me ayudan a apreciar mi vida y me brindan oportunidades transformadoras.
Nunca he sido reacio al cambio o a aceptar nuevos desafíos. Con el tiempo he llegado a comprender que es fundamental no temer al cambio sino adaptarme a él. Solo adaptándome al cambio y evolucionando con el tiempo pude permanecer fiel a mí mismo.
Desde la ventana de la sala de estar de mi villa en Miami Beach, puedo ver las olas rompiendo en el oleaje. Si bien esta vista me tranquiliza, no es suficiente para calmarme cuando me siento inquieto o ansioso. En esos momentos voy a la orilla del mar y ahogo mis penas en el mar y me dejo llevarme por la corriente que va y viene. Las olas rítmicas y onduladas eliminan mi angustia mental y me dejan sintiéndome tranquilo, libre, me vuelvo uno conmigo mismo.
Si eso no funciona, me lanzo en paracaídas con mi amigo Jacob, hago un brunch, un desayuno tardío en casa de Jasmine o ceno en el Bazar de José Andrés con Sara. No importa cómo me sienta, Miami siempre tiene algo alentador que ofrecerme.
Descubriendo Florida
En última instancia, Miami fue un trampolín para emprender proyectos más grandes y viajar a destinos más aventureros. Brinda oportunidades sin precedentes en el mercado de bienes raíces, así como un increíble telón de fondo cultural y económico para aquellos que se dedican a la búsqueda seria de negocios y diversión. Además, Florida, su estado natal, es verdaderamente el estado donde más brilla el sol. Los floridanos disfrutan de más de 250 días soleados al año.
Mi objetivo aquí ha sido contarles sobre mi largo viaje y sus «giros y vueltas». A medida que continúo explorando el mundo, llego a conocer a las personas que lo habitan y me comprendo a mí mismo, veo belleza y oportunidades en todas partes.
El comienzo de mi gran despertar inició en Miami, una hermosa ciudad con un sinfín de oportunidades. Estos últimos días, ha crecido para abarcar horizontes mucho más amplios y, a pesar de tantas novedades, siempre termino añorando la ciudad a la que ahora llamo hogar, Miami. No estoy solo en la construcción de una nueva vida en Florida. Muchas otras personas lo han hecho antes y desde mi ‘despertar’. Florida es un lugar para comenzar una nueva vida y emprender proyectos que te ayuden a convertirte en la persona que alcanzará su máximo potencial.